Estudiantes realizaron taller en el Centro Penitenciario San Joaquín

En el marco del curso Espiritualidad y Espiritualidades, tres estudiantes de nuestra carrera prepararon una actividad en el Centro Penitenciario Femenino de San Joaquín (CPF), con el fin de promover el desarrollo espiritual de las internas.

El profesor Cristián Núñez de la Facultad de Teología cuenta que, “en el fondo, lo que busca -el curso- es tener una mirada teológica de la vida espiritual o del desarrollo de la vida espiritual, desde el punto de vista de las personas y cómo también de alguna manera estas temáticas que están vinculadas a la vida espiritual, a la vida interior o al desarrollo del interés de las personas, se pueden abordar desde una perspectiva educacional”. El docente explica también que este curso tuvo un cambio estructural, ya que además de abarca contenidos disciplinares, se reflexiona en cómo abordar las distintas temáticas en la sala de clases.

Cómo se llegó a la implementación

La hermana Nelly León, fundadora y directora de la Fundación Mujer Levántate, quien trabaja en el Centro Penitenciario Femenino de San Joaquín, buscó alguna forma de vincularse con la Universidad. De esta manera llegó al profesor Cristián, quien a su vez empezó a trabajar en un plan piloto, el que, además, requirió convertir el curso en uno que incorpore Aprendizaje y Servicio.

En el primer acercamiento, los estudiantes, en conjunto con el cuerpo docente, asistieron a una misa del CPF un domingo. Asimismo, con el propósito de convocar la mayor cantidad de participantes, los alumnos, junto al profesor y ayudante explicaron en qué consistía este taller.

Una vez realizadas las visitas, el grupo constituido por Manuel Aravena, Victoria Gálvez y Enedina Navarrete, presentó ante el cuerpo docente y la hermana Nelly la planificación del taller.

“El Magníficat en mi vida: “Mi alma canta la grandeza del Señor”

“Identificar el camino del Magníficat en su vida, mediante espacios de reflexión, valorando su propia historia como don de Dios”, este es el objetivo de aprendizaje que planteó inicialmente el grupo de estudiantes.

Oraciones, piezas audiovisuales, preguntas para reflexionar y trabajo en grupo eran algunas de las características de este taller, el cual tuvo como objetivo final crear un magníficat comunitario, en el que cada una de las internas dio sus opiniones y compartió sus experiencias del magníficat en su vida.

Los estudiantes realizaron dos sesiones en el Centro Penitenciario de 45 minutos, que se dividieron en tres fases de clase distintas; inicio, desarrollo y cierre.

La primera jornada en el CPF tenía como objetivo trabajar la alabanza. Esta sesión comenzó con una oración y una dinámica, la cual siempre es muy bien recibida por las internas, según cuenta Enedina. “Es bonito, porque también es un espacio de dispersión en el que ellas se pueden expresar y reflexionar”, cuenta.

De esta forma, cada una de las internas tuvo una instancia para plasmar sus ideas en torno al Magníficat. “Hablaban de este algo muy grandioso, algo significativo, una alabanza. Desde ahí fuimos trabajando, les contamos un poco la historia y fueron desarrollando sus propias alabanzas al Señor, por lo que él ha hecho en sus vidas”.

Para culminar, en la segunda sesión se trabajó “la historia de Dios en mí”, como un compromiso desde la misericordia. Con esto, cada una de las internas dejó completado su Magníficat.

Finalmente, Enedina cuenta que la última jornada fue emotiva. “Terminaron muy agradecidas por la oportunidad de manifestar sus más sinceras experiencias de misericordia y valoraron los esfuerzos de sus familias por ayudarlas y acompañarlas en los momentos más difíciles”, además, aseguraron que este taller fue un gran espacio para reflexionar y valorar la fidelidad de Dios con ellas.